Explorando
A esa edad, tu bebé siente curiosidad por todo. Pero también tiene una capacidad de atención limitada, que lo hace ir rápidamente de una actividad a otra. Irónicamente, las cosas que fascinan a tu bebé no serán los juguetes caros que encuentras en las tiendas, sino más bien objetos corrientes como cucharas de madera, cartones de huevo y envases de plástico.
Tu bebé estará especialmente interesado en cosas que difieren de lo que ya conoce. Busca objetos que sean familiares para ayudar a expandir los horizontes de tu bebé, y haz una lista. Si tu bebé se aburre con la caja de avena con la que ha estado jugando, renueva su interés atándole una cuerda para convertirlo en un juguete del que pueda tirar y arrastrar. Esas pequeñas cosas ayudarán a tu bebé a aprender cómo detectar la diferencia entre lo que le resulta familiar y lo que no.
A lo largo de esta etapa, tu bebé nunca se cansará de dejar caer, rodar, tirar o mover objetos para descubrir cómo funciona el mundo. Como cualquier buen científico, está observando las propiedades de los objetos y desarrollando ideas sobre formas (algunas cosas ruedan y otras no), texturas (algunas son rugosas, otras son suaves), y tamaños (algunas caben dentro de otras). Tu bebé incluso empezará a entender que algunas cosas son comestibles y otras no. Pero, ten cuidado ya que se meterá todo en la boca. Para evitar accidentes pásale solo cosas grandes que no quepan en su boca y vigílalo todo el tiempo.
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