Los beneficios de jugar
Si te enseñaron las tablas de multiplicar a través de un juego o tiraste el guante al piso en medio de la calle cuando te pusiste bravo jugando béisbol con tu hermano, quiere decir que el juego fue más que una simple diversión en tu vida. ¿Por qué?
El aprendizaje a través de juegos es una herramienta efectiva para desarrollar en tu hijo el gusto por aprender, crear aptitudes, expresar sus sentimientos y sociabilizar con otros.
Jugar es crecer
El juego es una de las señales más claras de las etapas de la mente de los niños. Por ello, es muy importante que tu hijo viva los juegos de acuerdo a su edad y etapa de desarrollo. Para lograrlo, tu papel es fundamental y se trata de encausar los juegos de tu hijo de acuerdo a estas características.
Antes de cumplir el año, los niños prefieren jugar con objetos, que distan bastante de ser llamados juguetes, como cajas de cartón, envases, etc…, debido a que tienen un gran sentido de la imaginación y todo los entretiene de sobremanera.
Más adelante comienzan a interesarse por ese pequeño mundo en miniatura. Aquí aparecen las mini cocinas, las espadas de juguete, los autos y los coches de muñecas. Es decir, son una pequeña representación de esa realidad que el niño está comenzando a conocer a través de estos pequeños objetos.
Y, finalmente, son capaces de crear historias con sentido e interpretarlas, a través de la caracterización de personajes.
Jugar es compartir
A medida que crece, tu hijo comienza a necesitar de otras personas para entretenerse y crear juegos, a diferencia de cuando era pequeño que se entretenía solito y con cualquier objeto. Así comienza a interactuar con otros niños de su misma edad y a aceptar todas las reglas del juego que ello implica: pelearse, perder, ganar, etc.
Jugar es crear
Si bien existen innumerables opciones de juguetes de todo tipo, los juegos creativos, inventados por el mismo pequeño con sus amigos con objetos que encontró en la casa, son aquellos que más desarrollan la creatividad de tu hijo.
Por eso, es muy importante que dejes que tu niño invente sus propios juegos y no interfieras en ellos, déjalo crear, ya que de esta forma estás colaborando a que desarrolle sus habilidades. Una manera positiva de interferir es haciéndole preguntas acerca de su juego y animándolo a que siga jugando.
Jugar es aprender
Además de entretener, el juego es el espacio que tu hijo tiene para descubrir cosas nuevas que le permitirán desarrollar habilidades, reconocer formas, colores, objetos que posteriormente deberá enfrentar en el mundo de los grandes, y si antes ya las conoció, por supuesto que enfrentar el mundo le será menos complicado.
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