Alimentación durante la lactancia: De todo, pero sin excesos
Si bien el nacimiento de un nuevo bebé es un acontecimiento que involucra cambios en la vida cotidiana de una mujer, los hábitos alimenticios no necesariamente deben ser uno de ellos, inclusive en el período de lactancia.
Existen muchos mitos que dicen que las madres que están dando pecho deben comer por dos, o bien dejar de comer ciertos alimentos. Sin embargo, la realidad es que deben consumir de todo, pero en la cantidad adecuada.
Los aspectos a cuidar en la alimentación de la madre hacen referencia más a aspectos cuantitativos que cualitativos. Existen muchos mitos en relación a los alimentos que presuntamente la madre debería eliminar para evitar cólicos o molestias en su bebé: leguminosas, verduras "flatulentas" como repollo o coliflor y condimentos; pero la verdad es que no hay nada demostrado.
Esto no significa que no existan alimentos, como el ajo, que puedan modificar las propiedades organolépticas de la leche materna, pero, lo importante es que no alteran su composición, sólo modifican su sabor.
Sólo hay pocas circunstancias en que la alimentación es determinante durante el período de lactancia, con el fin de evitar problemas de salud en tu bebé. Uno de los motivos más comunes es la alergia a la proteína de la leche de vaca.
Esta situación obliga a la madre a evitar dicha fuente de alimentos para evitar manifestaciones alérgicas en el bebé, especialmente gastrointestinales, como dolor, sangramiento y constipación.
En el caso de las madres vegetarianas, la recomendación es reforzar el consumo de vitaminas del Complejo B.
Otro grupo de alimentos que amerita cuidado, al momento de dar pecho, son aquellas sustancias que forman parte de los hábitos diarios de algunas madres y que estimulan el sistema nervioso. Se trata de productos que como el café, té, chocolates o productos depresores como el alcohol, consumidos en exceso pueden alterar el sistema nervioso del lactante.
El tabaquismo (o fumar cigarrillos) es uno de los hábitos más nocivos durante esta etapa de la vida de tu bebé, ya que al fumar durante el embarazo y la lactancia estás exponiendo a tu bebé a consumir productos potencialmente peligrosos y dañinos para su salud, ya que estarán presentes en tu leche materna y podrías atentar contra su vida. El tabaquismo es el ejemplo más clásico en que uno de los metabolitos de la nicotina, la cotinina, se excreta en la leche, por lo cual se alcanzan concentraciones tóxicas para el niño. Esto, además, de los daños micro medioambientales a los que el humo de tabaco expone al niño como fumador pasivo: muerte súbita, apneas, e hiper-reactividad bronquial entre otros.
En resumen, puedes consumir todo tipo de alimentos, en la medida en que esta variedad te permita una buena nutrición materna, evitando los excesos y aquellos productos que pueden ser tóxicos para tu bebé.
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