¿Cómo lidiar con familiares a la hora de la alimentación?
En muchas ocasiones, los padres de un niño (a) pequeño (a) se esfuerzan para instaurar buenas prácticas de alimentación y hábitos saludables en el hogar; sin embargo el rol de otros miembros de la familia, como abuelos o tíos, puede ir en detrimento de dichos esfuerzos.
Por ejemplo, si en el hogar se intenta que no se conciban los alimentos como premio y el abuelo compra golosinas para “celebrar” que el niño (a) ha comido todos sus vegetales, no se logrará el efecto deseado o se provocará una confusión importante.
Es importante comprender que los familiares, en su mayoría, desean transmitir “cariño” o manifestar “amor” a través de los alimentos, pero esto no quiere decir que se irrespeten las reglas del núcleo familiar o que se ponga en riesgo la salud a mediano y largo plazo del niño (a). Por ello, es importante comunicar dichas reglas a todos los familiares y seres queridos que se involucren en algún grado en la alimentación del mismo. Algunas recomendaciones para lograr esto, son:
- A partir que se inicie la alimentación complementaria a los 6 meses, alistar las comidas que se ofrecen normalmente en el hogar o indicar claramente, la forma de preparación y tipo de ingredientes a utilizar, cuando el niño (a) vaya a ser alimentado por un familiar o fuera de su casa.
- Listar los alimentos, formas de preparación o prácticas deseables y no deseables, para asegurar que los familiares los conozcan, además de exponer las razones detrás de las mismas; ya que esto contribuirá a que se sientan comprometidos con el cuido y el mantenimiento de la salud del niño (a).
- Identificar miembros de la familia o situaciones de “riesgo” que ocurren fuera del hogar, por ejemplo: tiempos de comida frente a la televisión o mala manipulación de alimentos.
- Definir los límites en cuanto a horarios, formas de preparación y variedad de alimentos ofrecidos, con familiares que irrespetan las indicaciones establecidas.
Mantener una buena comunicación entre los responsables del cuido del niño (a), es fundamental para obtener resultados óptimos, además que se logra mantener hábitos constantes dentro y fuera del hogar, desde tempranas edades.
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