Niños felices
El deseo de cualquier padre es tener hijos felices aunque sea un gran desafío. Ya criar es una gigantesca responsabilidad, criar bien, más aún, e intentar día a día que sean felices es una de las mayores pruebas de la paternidad. Sin embargo, existen algunas recomendaciones para lograrlo. ¡Atentos!
Lo primero que debemos tener en cuenta es que los más pequeños viven un mundo completamente distinto al de los adultos y, en este sentido, la comprensión es fundamental. Es decir, debemos respetar su mundo y entender que lo que para nosotros no tiene ninguna importancia para él puede ser una frustración. Para ello, debemos acogerlo y acompañarlo en su sentimiento, intentando darle un nombre a sus sensaciones, de esta manera él irá aprendiendo qué está sintiendo en cada momento.
Esta tarea es fundamental durante los primeros años, en los que el niño está aprendiendo a expresar verbalmente sus propias emociones. De esta forma, comenzará a conocer poco a poco las consecuencias de cada emoción y valorará los momentos alegres. Recuerda que ser feliz se aprende y la forma de hacerlo es conociendo también la rabia, la tristeza y el resto de las emociones.
Para realizar bien esta tarea, estas son algunas recomendaciones para ayudar a los más pequeños a desarrollar aptitudes para la felicidad:
- Comparte con ellos lo que más puedas, cultivando al máximo el sentido del humor y la alegría.
- Ríete con ellos, pero nunca de ellos.
- Colócales metas de acuerdo a su etapa de desarrollo, de esta forma cuando las superen, se alegrarán de haberlo hecho.
- Préstale atención a sus sentimientos e incítalos a que los conversen contigo.
- Cultiva en ellos una actitud optimista.
- Evita compararlos con otros niños.
- Nunca los regañes delante de otras personas, ya que los avergonzarás.
- No reprimas sus sentimientos.
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