La memoria del bebé
Dado que los bebés no pueden expresarse verbalmente al inicio de sus vidas, la memoria es difícil de estudiar en esta etapa de la vida; sin embargo, se cree que los bebés pueden reconocer la voz de sus madres desde el nacimiento.
De hecho, actualmente se cree que los bebés pueden, bajo las circunstancias adecuadas, formar memorias que persistirán por períodos significativos de tiempo (no a un nivel consciente) e inclusive, moldear preferencias posteriormente; por ejemplo, en el caso de preescolares que muestran predilección por olores al los cuales estuvieron expuestos en la infancia. Se ha propuesto que la memoria en la infancia funciona de manera compleja y sofisticada, permitiendo al bebé realizar asociaciones rápidas.
Otros investigadores indican los recuerdos de la infancia temprana se pierden en la vida adulta, por la inhabilidad para accesarlos, dado los inmensos cambios en la perspectiva que alteran las señales necesarias para obtener las memorias.
Por otro lado, es la memoria emocional, que son los patrones de los sentimientos y las relaciones, la que realmente importa y puede moldear a los niños posteriormente, ya que los sistemas de memoria del cerebro, se encuentran interconectados con las emociones. De hecho, las emociones que rodean un evento a tempranas edades resultan mas poderosas, inclusive que el evento en sí.
Por esto, mantener un ambiente de seguridad y cuidado, durante la infancia temprana es clave para el bienestar de un bebé, tanto a corto como a largo plazo.
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