Actividad física desde pequeño
Al igual que con los hábitos alimenticios, también puedes influir directamente en las preferencias futuras de tu bebé a través de las actividades y ejercicios que le enseñas desde su nacimiento. Para esto es necesario desarrollar las habilidades motoras de los niños cuando son pequeños, haciendo que la actividad física sea divertida. Esto los ayuda a tener un buen desarrollo y también a tener hábitos saludables de actividad física en el futuro. Una de las claves para combatir la obesidad infantil, es evitar el sedentarismo y promover en los niños, desde pequeños, todo tipo de actividad física.
El recién nacido tiene ciertos movimientos característicos y reflejos involuntarios. Mueve la cabeza con preferencia hacia un mismo lado y encoge brazos y piernas sobre su cuerpo. Para que tu bebé vaya madurando en su desarrollo motriz, toma sus piernitas, estíralas y enderézalas con movimientos delicados y lentos.
A los niños recién nacidos les encanta mirar el rostro de sus papás. Por lo general enfocan sus ojos y les llama la atención todo lo que se mueve. Si desde pequeño le hablas a tu bebé y mueves tu cabeza de un lado a otro lentamente, te responderá moviendo su propia boca y sacando la lengua. Tratará entonces de mover también sus ojos y seguir tu rostro. Más adelante comenzará a mover sus piernas y brazos por sí solo, manifestando su alegría al sentirte cerca.
Mientras más estimules a tu bebé con movimientos cariñosos y suaves en su cuerpecito, más temprano comenzará a desarrollar su propia movilidad y actividad. Su evolución la podrás notar muy fácilmente con solo observarlo. Por ejemplo, durante las comidas, poco a poco, notarás sus habilidades manuales; en el baño, su reacción de tomarse de tu mano y sus ganas de jugar con el agua, así como descubrirás su curiosidad y capacidad de reacción entre otras muchas habilidades más, tanto físicas como emocionales, que estará aprendiendo en forma gradual.
Artículos relacionados